domingo, 7 de noviembre de 2010

Tú ya no eres el mismo que
fuiste hace dos días, hace tres meses,
hace un año. Por lo tanto,
no hay nada a qué volver. Cierra la puerta,
da vuelta a la hoja, cierra el círculo.
Ni tú serás el mismo,
ni el entorno al que regresas
será igual, porque en la vida
nada se queda quieto, nada es estático.
Es salud mental, amor por ti mismo,
desprender lo que ya no está en tu vida.

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