No vengo a contarte el último invento para ser feliz, no vengo a inventarme un cuento que haga que estés junto a mí. No quiero trabarme con un trabalenguas que intente decir que hay veces que intento y nunca consigo largarme de aquí; buscaba palabras que tal vez te hicieran cambiar de opinión, pero ayer la musa se fue a por tabaco y nunca volvió. Pero no, no me pidas que te explique lo que nunca tuvo explicación ni que navegue en tu barco sin timón. Esta noche no tengo la fuerza, no tengo el valor, no le quedan fuerzas, no le quedan ganas a este corazón. Me faltan tus labios, aquellos que antes solían reír y por el contrario me sobran las noches que paso sin ti, los trucos gastados no sirven de nado, mejor no fingir, tal vez he cambiado o puede que siempre haya sido así.