martes, 12 de octubre de 2010

Aquí tienes mi corazón, no es el más bello, ni el más grande, ni el más perfecto. Por lo contrario, si lo observas bien, está completamente tapizado de heridas, de llagas, de malo formaciones, hubo días en que latió con verdadera dificultad. Aquí tienes mi corazón, si lo escuchas con atención, tiene millones de historias que contarte. Con algunas reirás tanto que hasta sentirás que ya no puedes más y un dolor en tu abdomen se hará presente. Pero con algunas más, la mayoría, no paras de llorar. Pero quiero que sepas, que esas lágrimas aunque te sepa a sal, a mí ya dejaron de dolerme, ya ni siquiera mojan mis mejillas, ya son heridas superadas con la bondad del tiempo. Aquí tienes mi corazón, es para ti. Puedes hacer con él lo que mejor te parezca, puedes coserle las heridas que aún tengo sangrantes, puedes terminar de rasgarlo o de plano romperlo, puedes tirarlo por pedazos o completo, puedes guardarlo en una cajita de cristal y ponerlo detrás de todas las cosas importantes en tu armario. O bien puedes ponerlo en el bolso más cercano al tuyo, y llevarlo siempre junto a ti. Te aseguro será el mejor lugar ...

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