viernes, 16 de julio de 2010

No me quiero encontrar con lo mismo de siempre, pero creo que voy a ser reiterativa en mis asuntos. Hace más de un mes, decidí y quise que entraras a mi vida, hoy.. ya estás en los latidos más profundos de mi corazón. No, no quise volver a caer, pero ya vez nunca aprendo.
Te empecé a seguir, te empecé a querer, y lo más común es que ya estaban renaciendo aquellas esperanzas, ilusiones, que en algún momento mataron; murieron. Nunca en esta vida me van a venir las cosas fáciles, y lo tengo más que en claro. Mientras más me metía, más te llevaba en cada paso que hacía, en cada minuto que pasaba más te quería. Propuse ser valiente, a pesar de todos esos miedos que en su momento no me dejaron actuar de la forma en la que realmente quería, para poder ir y explicarte de una vez que era lo que sucedía a medida que te miraba. Dijiste que merecía lo mejor, pero que necesitabas tiempo. Y pensé, me enojé; pero al fin y al cabo, decidí darte tu tiempo.. aunque aun te lo siga dando. En todos esos segundos que perdí, que quise que entendieras el tipo de mujer que te esperaba y te decía sentimientos sinceros, más que verdaderos. Quisiste comenzar tu vida al lado de otra mujer. Yo, a pesar de toda la rabia que tuve que pasar, te dejé libre para que por fín pudieras volar hacia otro destino, rumbo. ¿Qué pudo haber pasado corazón? ¿qué te hizo pensar que con ella iba a ser diferente? fracasaste nuevamente, y quieras saberlo o no, la perdiste, perdiste vos también. Volviste, y yo seguí fiel a mi promesa; pocas mujeres saben valorar, y aprender a respetar pactos entre dos personas. Comenzaste a tratarme de una forma extraña, la que hacía que a cada instante que te mirara acelerara los latidos de este pobre corazón. Te dije que no debías sonreír frente a una mujer tan débil, que no debías hablar con la mirada; aquella, que alguna vez me llevó hasta las nubes. No debías someterme a tu ternura, la que en su momento me atrapó y que aun sigue pasando. No debías acariciarme más de lo normal, más de lo pedido. No debías haberme abrazado cuando te rogaba un poco de amor. Sé que puede parecer difícil para los dos, porque fuimos dos valientes que perdieron la batalla contra el amor. Porque no supimos elegir, no supimos hallar el camino correcto. Pero puede de que hoy, tengas delante de tus ojos lo que hace tiempo venís esperando; y no puedo ser lo mejor, pero prometo intentar ser lo mejor. No cortes mis alas, no quites el viento entre ellas; dejame volar, y dejame llevarte conmigo. Prometo ser tu ángel, sólo lo prometo. Y perdón si dije más de lo que pude decir, si calle menos de lo que pude callar; si sonreí poco, cuando el alma lloraba.. y si lloré, cuando pudiste secar mis lágrimas. Toda esta historia, recién comienza; y te puedo asegurar, que nunca va a acabar..

CONTINUA ..

No hay comentarios:

Publicar un comentario